"ÉRASE UNA VEZ AL
HACEDOR DE MIEDOS DETRÁS DE LOS MIEDOS"
Catalina Villalba construye
des-cuentos para una sociedad adormilada por los miedos que amarran las
posibilidades de autonomías.
En la muestra se nos
convoca a ser buenos observadores de la realidad, atrevernos a sobrepasar la
historia descrita desde la máscara y regalarnos
miradas sustentables para generar códigos de construcción de nuevas realidades.
Los miedos no están
en la periferia de nuestras sensaciones. La estructura visual se instala –sacramentalmente-
sobre nuestras posibilidades para agobiarnos, como un sistema y no sólo una impresión
momentánea. El miedo es una anti energía que busca congelar nuestras voluntades
de transformación. Para eso el miedo debe ser grandilocuente, o no es miedo.
“Historia de las
Miradas” es una experiencia de autoliberación interior de la autora.
El arte del
fabricante de miedos es sobresaturar el espacio de los accesorios, de tal
manera que terminemos reinstalando la potencia del miedo en el espacio de los
absolutos. Le interesa que no demos con el mapa que llega al alma de las cosas.
Entonces, porque le tememos al silencio, no caminamos hacia la meditación;
porque le tememos a la soledad, no visitamos nuestro mundo interior.
En esta cultura y
sociedad que resquebraja sus paradigmas valóricos, políticos e institucionales,
la autora nos muestra quiénes están detrás de lo que vemos, defenestrando
límites e inmunidades. Construir este desafío en categorías plásticas exige de
la autora no sólo estética sino una irrenunciable ética ciudadana.
Toda esta maraña
fantasmagórica la requiere el fabricante de miedos, para que no demos con él,
no veamos su pequeñez, ni lo movamos de su espacio de confort y de poder. Las
escenas del bosque, expresan la lucha por desenmascarar sistemas instalados en
el inconsciente culposo, y lograr así instalar nuestro campo de transformación
colectivo mucho más allá del fantasma, de la sombra y del cuco infantil.
Pero Catalina Villalba
apuesta por un sello liberador y terapéutico; la construcción de más de un umbral que se nos ofrece como un
camino desde la inconsciencia hacia la verificación de todas las estructuras
que sostienen los miedos inoculados desde el poder hasta nuestros cotidianos.
Al salir, podemos ir
a casa, no con respuestas encontradas, sino con nuevas preguntas esenciales
instaladas para que cada uno las pueda responder cuando deseemos liberarnos de
conjugar nuestra vida desde los miedos aprendidos.
Perico
Villagra Cordero, Terapeuta Social.
