Les dejo este hermoso texto curatorial que realizó Pedro Villagra, Escritor y Terapeuta Social Chilote, para mi exposición "LLANO MEDRAR" pronta ha inaugurarse Viernes 2 de Octubre a las 19:30 horas en Centro Cultural de la Ciudad de los Andes, ha la cual están todos cordialmente invitados.
"VIAJE DESDE UN MUNDO DE ACCESORIOS A UN MUNDO DE ABSOLUTOS"
Cada vez tenemos más certeza de vivir en una sociedad
de personas distraídas. Son tantas las construcciones ideológicas a nuestro alrededor
que no logramos mantener una mirada
contenedora de la realidad; miramos, pero muchas veces no vemos esencias,
centros, médulas. Deambulamos en la periferia de las personas cada vez más
solitarias.
En LLANO MEDRAR, Catalina Villalba nos invita a un
viaje terapéutico, en el que nos saca de la rutina, nos hace visitar otros
horizontes e instala una dirección activa: una ciudad entre las montañas de la
cordillera, tan cercana y tan invisible.
No todos los días somos desafiados a una ex–peri–encia;
una vivencia fuera de nuestro perímetro. Salir de todo terreno conocido y
reinstalar en nuestros códigos la novedad, el aprendizaje y la observación es
todo un desafío; pero lo podemos sufrir desde el control o lo podemos gozar
desde la gratuidad y fluidez.
Las dimensiones mayestáticas de la obra muestran el
valor propio de la naturaleza, quien no necesita de valoraciones extrínsecas
porque contiene en sí todo el peso de una existencia constructiva de realidad.
Muestran el campo, territorio de la no-pretensión. Y quienes viajamos mirando
el paisaje desde el medio de locomoción que elijamos para desplazarnos,
simplemente lo vemos pasar ante nuestros ojos.
Sin pudor de caer en mesianismos respecto de la
ruralidad, la autora nos ofrece observar un territorio lleno de seres vivos
inocentes no-humanos. Mirar desde la carretera nos permite caer en la cuenta de
la levedad y lejanía de la forma que elegimos para mirar la realidad, la
historia de los demás. Pero también preserva al territorio de nuestra
acostumbrada apropiación indebida.
Los viñedos representan sacramentalmente nuestra
presencia en este territorio. Así como nuestra mirada apresurada y sin pasión
sobre el paisaje es absolutamente lineal -es un dato que registramos de
soslayo- los viñedos alineados muestran nuestra forma de hacer las cosas:
ordenadas, planas, repetidas.
Cuando estés justo al medio de los cuadros expuestos,
frente a este paisaje sin ningún elemento de urbanidad y ajeno a lo que nos
golpea cotidianamente la memoria y refuerza el status, puedes tomar una
decisión: arrancar hacia lo seguro y conocido o detenerte y regalarte el
aprendizaje.
El destino es la ciudad de Los Andes, pero puedes
elegir que todo el tiempo de viaje sea una refundación de tus miradas.
Pedro Villagra.
Terapeuta Social.